jueves, 17 de julio de 2008

Si odiara, odiaría a los gringos. Definitivamente.

Y hoy, creo que si los odio.

Estoy pensando seriamente en no acercarme a ellos los Jueves. Eso significa enclaustrarme por el resto de mis Jueves en mi pequeño departamento, ir a clases a pata y no convivir con compañeros cercanos a la cultura gringa (no digo norteamericana porque los pobres Canadienses no tienen la culpa). Escuchar de lejos a mi maestro gringo en turno sin participar.

Y eso de los Jueves no me lo invento sin justificación. El Jueves pasado estuve 45 min en cola para el concierto de Julieta Venegas y al llegar al principio de la fila me piden mi ID, mi fucking ID!!! Para un concierto!!! Que amables pero ME QUEDA CLARO que no me veo menor a 18 años (la edad mínima para el concierto) pero no, no pueden usar algo de criterio o confiar en la realidad aparente, no traigo ID, no entro, porque ESAS SON LAS REGLAS.

Hoy salí al computer Lab de BU a imprimir mi boleto de avión a Kenya ya que lo necesito para la Visa y mañana voy al consulado de Kenya en NY a solicitarla. Con el tiempo encima decidí ir a imprimir mis vuelos, correr a la Post Office de Kenmore por mis self addressed priority envelopes, atravesar la calle a Hunt´s Photo a sacar mis fotos tamaño pasaporte y de ahí irme al cuarto oscuro para ampliar una que otra foto de las que me latieron al analizar mis negativos.

Se me hizo tarde y cuando llegué a la Post Office ya estaba cerrada, damn, pero la del Prudential cierra mas tarde.

Del otro lado estaba Hunt´s así que no tarde en correr por mis passport sized photos. Cuando llegué le pedí dos de esas al dependiente, dicho retrasado mental me contestó:

"We only do passport photos for American passports"

Le contesté que daba igual, necesito dos.

"Do you need them for an american passport"?

No.

"So"?

I need them for a Visa to go to Kenya

"You should ask them the specified requierements"

Con toda la paciencia le quise explicar que no hay mas requisitos que solo necesito 2 PINCHES FOTOS TAMAÑO PASAPORTE y ya.

"We don´t do foreign passports"

Le vuelvo a explicar que no hay requisitos, lo único que necesito es salir con la frente y orejas descubiertas, le enseño el mentado papel de requisitos de la embajada de Kenya en inglés donde solo dice: Two passport size pictures (full face showing both ears)

Y me contesta el pendejo "You should still double check with them"

Le digo con la poca paciencia que me queda que fuera de USA los demás países no la arman tanto de pedo y la dimensión ni el diámetro ó inclinación de la cabeza no es tan importante en las fotos.

Le pongo como ejemplo México, de donde vengo, China y Praga donde necesitas visa y donde no me han exigido mas requerimentos que una foto tamaño pasaporte.

Este redneck que no ha salido de New England me contesta "That is soooo strange" "In Canada, Australia and England, they have specific requirements for the Visa"

Yo ya no podía mas del coraje y desesperación, he ido mas de un par de veces tanto a Canadá como Inglaterra y NUNCA me han solicitado una pinchurrienta Visa, como él no ha ido no lo sabe pero igual me da coraje que SE ATREVE A OPINAR.

Al final del día que mas le dá si uso las mentadas fotos para limpiarme cuando cago, para enmarcarlas y regalarlas a mi familia ó para pintarles bigotes y cuernos. Carajo, me cagan los pinches gringos sin criterio y, aunque carecen del mismo, se atreven a cuestionar...

Patético, ridículo y perturbante.

Me fuí con un coraje.... Y después de que éste pendejo me hizo perder mas de 30 min de mi valioso tiempo tuve q treparme al tren y despues correr a la Post Office de Prudential que justo acababa de cerrar, correr a Ritz Camera que estaba cerrando (porque eran 6:58 en éste mentado pueblo que todo cierra temprano) y buscar por las calles de Boylston algún lugar que hiciera passport photos.

Gracias a Dios existe Walgreens que está abierto las 24 horas y te hacen fotos sin preguntarte para que chingados las quieres.

By the way salgo horrépida en mi foto, no puedo negar mi pésimo humor.

Me subo a un taxi ya q es muy tarde como para irme en T a imprimir mis fotos y le doy la dirección de la escuela al taxista "320 Fenway, please".

Despues de 5 min el inepto me dice que no sabe bien donde es, le explico que es casi a lado del Museum of Fine Arts. Se tarda otro rato dando vueltas y me dice que sigue sin dar con el lugar. Le vuelvo a repetir que ya mejor se vaya al Museo y me contesta "You said 230 Fenway".

Respiro hondo y prifundo y le repito por cuarta vez "Just go to the Museum" y me discute el animal "You said 230 Fenway".

Ya no puedo más con éste imbécil que despues de CINCO VECES!!!! no entiende que mejor me deje frente al PUTO MUSEO. Así que le dije que ya mejor me bajo, pago 9 dlls para que me dejen a 4 cuadras de la escuela porque a la mente cuadrada del señor no le cabe que mejor cambiamos de destino para que no se le complique ya que, siendo taxista en una mini ciudad, no la conoce.

LLego a la escuela y hoy le toca a la flaca cagante bitch del stock room. Le pido mi print kit y como siempre me lo dá de mala gana. Regreso porque me falta un filtro 2 en el kit que me dió y, primero se enoja como si fuera mi culpa, despues me dá un filtro que no es 2 sino 1 1/2! Regreso y le digo con toda amabilidad que ya me dió primero un 2 1/2, despues un 1 1/2 y necesito un fregado filtro 2!!!! Es demasiado pedir??? Está tan cabrón que me den mi kit como Dios manda y pueda usar mi filtro 2 que necesito???

Se dá cuenta de su error y se atreve a enojarse!!! A regañadientas me dá el 2 como si yo tuviera la culpa de que ella es una flaca espantosa y mugrosa que no se pasa un cepillo ni por accidente! Aparte debo aguantar su pésimo humor por odiar su trabajo, como si fuera mi problema.

Regreso a mi lugar de relajación, al cuarto oscuro, con mi ipod sintonizando música calmante, trabajando una foto que me encanta y disfrutando mis 45 minutos ya que gracias a los estúpidos gringos estaré imprimiendo 45 min en lugar de las 3 horas que tenía programadas.

Mi foto salió rápido y de pronto me tranquilicé. Casi me dá algo cuando, al querer secar mi foto donde secamos los negativos (por aquello de la prisa) mi compañerita Mounett me recriminó que ahí no se secan las fotos porque dice secado de negativos.

No me enojé, la verdad la compadecí, pobrecita, no puede pensar mas allá de las instrucciones de nada. Por eso sus encuadres son tan aburridos y su técnica tan infantil. Así la educaron. El libro dice que no hay que tomar fotos en estas condiciones ó alternando ó bla bla bla.

De regreso a mi casa no se atravezó ningún gringo porque, en serio, no hubiera respondido de forma civilizada.

Ya eran mas de las 11 así que ni intentar cenar en algún lugar para que me digan que las reglas de Massachussets y ....

Mejor ceno en mi casa y extermino a todos los gringos del planeta en mis sueños...

Tempting, very tempting...

sábado, 12 de julio de 2008

quiero ser Isabella Stewart Gardner

La semana pasada, en uno de mis breaks de mi clase de óleo sobe tela, decidí conocer el Isabella Stewart Gardner Museum ya que está a escasa media cuadra del Museo de Fine Arts donde tomo clases.

Y caminé tantito, a ver que veía.

Y ahora soy fan.

No por los Botticellis ni por Rubens ni Rembrandt ni Van Dyck y mucho menos mi ídolo Matisse.

Ésta maravillosa mujer desafió a las cacatúas bostonianas de la época, desbancándolas sin piedad y casándose con el "soltero codiciado" en su momento. Sin ser hermosa pero atractiva y encarnando la inteligencia, la elegancia y la visión que ninguna mujer de Boston poseía.

Después de ser la millonaria neoyorkina apestada por las niñas bien de Boston decidió convertirse en coleccionista y estudiosa de arte, viajo durante meses a Italia para observar y aprender acerca del arte, su técnica, el claroscuro y los planos de la estética.

Ésta maravillosa mujer se consagró a la tarea de implantar un legado en la sociedad Bostoniana y decidió construir un "palacio italiano" en el vasto e inhabitado territorio rural de Fenway. Visionaria, ahora "Fenway Court" como ella bautizó al palacio-museo que habitó hasta su muerte, es parte del corazón de Boston.

Al recorrer éste museo es imposible dejar de notar la gran afición de doña Isabella por el arte religioso y su profunda devoción católica. Algunos de los cuartos son casi góticos y tiene una vasta colección de muebles antiguos, rococosos y barrocos.

Un rasgo interesante es que gran parte del museo es bastante oscuro lo cual impide admirar nítidamente algunos de los cuadros ahí expuestos; ella dejó instrucciones claras de que nada debía de ser cambiado ó movido del lugar en que ella lo dejó, al morir. No sé si esto de la oscuridad fue un error ó causalidad de que no estaba pensando en la iluminación de algunos lugares al momento de morirse como para mandar abrir las cortinas, ó esto refleja su propia oscuridad.

Todos tenemos un lado oscuro (desgraciadamente? O gracias a Dios?) así que Lady Stewart Gardner no fue la excepción, después de tanto fervor a la religión deberá tener algo por ahí…

Al caminar por los pasillos es posible vislumbrar correspondencia entre ella y sus amigos, algunos de ellos actores, pintores, intelectuales y músicos.

Al final del recorrido se encuentra un hermoso cuadro, una retrato de Isabella, pintado por su gran amigo John Singer Sargent.


Dicha pintura fue brutalmente criticada al momento de exhibirse. Quizá por el escote de la señora, por el énfasis visual hacia sus caderas ó por las ganas de criticar. Se consideró una pintura deplorable y Mr Lowell Gardner le prohibió a Isabella que la enseñara. No fue sino hasta la muerte del señor que Lady Stewart Gardner, quien amaba su retrato, volvió a exponer la pintura que ahora sigue erguida en el tercer piso de su pequeño palacio.

A mi poco crítico y humilde juicio, la pintura no tiene defectos dignos de considerarse deplorables. Me parece armónica y bien lograda, pero bueno, yo no puedo ni pintar un cuerpo que no parezca un pedazo de algo…

Me fascinó conocer partes de alguien, no tenía idea de lo que vería pero, aunque personalmente soy la menos aficionada al arte barroco, gótico, rococó ó religioso (aunque lo respeto diligentemente) me sentí impregnada de la energía revolucionaria de ésta mujer.

Es maravilloso leer y conocer acerca de mujeres poderosas que no solo han influido en su sociedad sino que han hecho una diferencia y mejor aún, han dejado un legado. Gente valerosa que ha desafiado las envidias, las críticas y las falsas interpretaciones siendo fieles a una causa: la de trascender. Algo, el mundo, su sociedad, su cultura, su historia, su arte, su conservación. Nunca dejaré de admirarme al escuchar la vida de tantas mujeres interesantes que han puesto su granito para cambiar al mundo, me muero de la emoción y me ilusiono cual quinceañera.

Quiero ser Isabella Stewart Gardner. Ya tengo los amigos artistas, solo me falta el esposo archi rico y el papá millonario. Damn! Me falta un chingo…

martes, 8 de julio de 2008

coney island


Hoy fuí a Coney Island. Salí caminando con ganas de hacer fotos interesantes y supuse que conocer y registrar Coney Island podría ser buena opción. Tomé el metro y transbordé a la línea D anaranjada hacia Stilwell Av. Me tardé como 45 minutos y al bajar no pude dejar de percibir el punzante calor, una temperatura bastante mas alta que la de Manhattan ó Brooklyn Heights.

Saliendo de la estación y caminando de frente hacia la playa ví "Nathan´s" el famosísimo y pionero puesto de hot dogs porque, cabe mencionar, los hot dogs se volvieron mundialmente famosos por los que empezaron a vender unos alemanes en Coney Island hace unos 100 años.

Continué caminando a través de los múltiples localitos de camino a la playa y me llamó demasiado la atención que, tanto de camino a la playa como frente a ella, no dejé de ver letreros con la palabra "fried" en ellos. Fried Shrimp, french fries, fried chicken, fried fish, fried onion rings. Me pareció un poco asqueroso pero lo relacioné con la incomodidad que me provocaba el calor.

Despues de lo "fried" siguen puros dogs: hot dog, chili dog, corn dog, double dog, cheese dog, hot dog nuggets, pretzel dogs, sauerkraut and onion dog...

Y con eso de que todos son 100% beef, no hubo forma de que probara alguno aunque, francamente, no se me antojaron ni tantito.

De pronto ví la playa, ésta playa no requería de pago para entrar y estaba atestada de personas, sombrillas, toallas, cervezas y comida rápida; con el parque de atracciones por no decir feria, de fondo. Así que llegué a la feria de texcoco junto a caleta, solo que aquí no había palenque.

El mar, posiblemente frío por estar en el Océano Atlántico del norte, estaba sorprendentemente lleno de gente, vestida ó en traje de baño. Me dispuse a medir la luz y empezar a disparar unas cuantas fotos mientras escuchaba un rap bastante alto que no identifiqué, proveniente de una grabadora grande vigilada por un hombre negro, bastante pasadito de peso y con lentes de sol dignos de cualquier tepiteño.

Al avanzar sobre la arena noté que había basura a lo largo de toda la playa, decorando cada espacio brutalmente ocupado por la sombrilla respectiva que formaba parte del poco armónico amontonamiento.

No hubo forma alguna de que me trajera aunque sea una conchita de regreso, mis intentos fallidos (una corcholata, un pedacito de vidrio, algo de carton...) me empezaron a desesperar.

Lo mas interesante fué la diversidad de personas, muchas de ellas latinas, muchos negros, muchos gringos white trash y no ví nada de asiáticos (ni árabes, ni hindúes ni chinito-ojo-rasgado) y como siempre, uno que otro turista despistado e itinerantes neoyorkinos lindos espolvoreados entre la multitud.

Tras disparar la última foto de mi primer rollo decidí dirigirme hacía el "amusement park" y aceleré mi paso arenoso mientras algún reggaeton me despedía.


Pasé por los puestos y aparadores de todo tipo de comida alta en ácidos grasos insaturados y me sorprendí al encontrar un juego llamado "Shoot the freak", ¡¡¡Shoot the freak!!! Consiste en dispararle con un tipo de escopeta con balas de pintura a un "live human being", me pareció perturbante y ridículo.

Porfin entré a "Astroland" con ganas de subirme a la rueda de la fortuna solo que doña Ferris Wheel no estaba ahí sino en el parque de a lado. De cualquier forma compré 10 dlls de tickets y cargue mi camara con otro rollo. Tomé unas cuantas fotos y estuve observando la devoción con la que una señora seguía a su hijita a través de todos los juegos festejándole cada vez que se subía a uno.

Al terminar el segundo rollo me dieron ganas de subirme a algun juego; había comprado los boletos y no había que desperdiciar. Al llegar a la Canoa Krakatoa, después de hacer cola, el encargado del juego me informó de manera totalmente descortés y con sórdido tono que no podía subirme ya que mi boleto era de "Kiddie Park" y esos juegos son para adultos. Qué raro Fernandita, comprando los boletos en la taquilla equivocada...

Como voy totalmente en desacuerdo con tirar el dinero a la basura no me quedó otra que usar mis boletos, aunque fuera en los juegos de niños (donde pueden subirse sus papás). Supuse que es lo mas honesto que alguien puede hacer con sus boletos equivocados así que me trepé a "Tilt-o-whirl", unas canastas de metal que giran sobre su propio eje mientras la superficie sobre la que giran va girando también, muy rápidamente, es una superficie desnivelada en forma de óvalo que gira y de la cual todas las canastas dependen.

Escogí la canasta 7, por ser mi número favorito y cabalístico, mientras unas niñas en la edad de la pubertad corrían y arrastraban a la pobre hermanita como de 7 años que no podía cambiar su cara de temor y preocupación.

El juego empezó y poco a poco fué aumentando la intensidad de las vueltas mientras la velocidad subía y subía, me empecé a marear demasiado y sentir esa adrenalina que provocan los juegos de feria que aunque molesta un poco, agrada tantito y vuelve la sensación medio adictiva. No podía creer que me estuviera asustando tanto y mareando mas y me empecé a acordar de mis viajes veraniegos de chiquita con mi familia.

De pronto, cuando mas mareada, exaltada y emocionada estaba, el juego terminó. Así que me quedé en mi canastita y le di al hombre de los tickets otro boletito.

Ésta vez lo disfruté mas al principio, cada vez quería que fuera mas rápido y el ignorárlo me provocaba un misterio embriagante. Por desgracia, acabo volviendose predecible cuando subiría y cuando bajaría la intensidad y, como todo lo predecible, perdió su encanto.

Me bajé caminando como niño mareado después de que le dan volantín, caminando chueco y con unas nauseas impresionantes. Porque carajos disfrutamos pagar por marearnos y luego tener ganas de guacarear? No lo entiendo pero si, me encanta.

Después de ese juego me subí a al carrusel, ahí no hubo mareos puesto que el carrusel iba lento con una música linda y los caballitos subian y bajaban lentamente. Mi último boleto lo usé en unas tazas más rápidas que el Tilt o whirl, preguntándome otra vez porque decidí estar ahí mientras me ganaba el mareo extasiante y me moría de la risa.