miércoles, 15 de octubre de 2008

Utterly confused...

Creo que esto no es lo que quiero hacer. Me cuesta trabajo, no me concentro y recurro a todo menos a cumplir con mi trabajo y mis tareas. Me siento conmovida por hermosa música clásica y me gustaría encerrarme a escucharla para siempre, leer libros de literatura y filosofía y quemar todos aquellos de derecho.

Me siento total y brutalmente deshumanizada por el derecho financiero, por las pretensiones de los abogados, por la ridícula presión de las maestrías, la absurda exigencia a lecturas somníferas y excesivas solo para probarse a uno mismo que es estúpido si no le da la vida para cumplir con todo lo que se requiere y peor aun, si no entiende las cosas a la primera.

Vivo con la añoranza de pasar días encerrada viendo cine independiente en algún cine cincuentero donde venden palomitas que no salen de inmensas cadenas globalizadas de cine teatros.
Se me desgarra el alma cuando escucho música como la de Max Richter y el corazón me exige, nostálgicamente, que le de lo que me pide mientras mi mente caprichosa no cede ante mis plegarias y no dejo de dar vueltas en círculos, incesantemente, perdiendo el tiempo, pasando tanto tiempo perdiéndolo, desperdiciándolo, burlándome de el, haciéndole creer que tengo control sobre el y que hago sabias inversiones.

Y al final, no se si de plano soy masoquista y lo he sido toda mi vida porque voluntariamente me topo cara a cara con mi propia frustración, con unas metas ridículas y sin sentido que por mas atinadas que parezcan, están cada vez mas lejos de mi esencia, de lo que me engrandece y enaltece, de lo que alguna vez me hizo creer que era una mujer interesante y apasionada de todo, con quien podía tomarme cafés de días enteros en platicas divertidas y llenas de aventuras, sueños y sinsentidos que hacían todo el sentido del mundo.

Y esa mujer que tanto extraño, esta ahora sentada en una salón de computadoras a las 3 de la mañana, sin avanzar en una tarea que por demás parece absurda y que prueba, una vez mas, lo complicado que puede resultar lo fácil y técnico, lo imposible que es para mi acatar esos horarios y requisitos y tareas que exigen un poco de disciplina y planeación, orden y organización, para una mente enredada en el organigrama de un niño de 4 años. Sin dirección alguna, sin afán de atender , sin otra alternativa que la de seguir con esto que neciamente empecé, y obstinada tendré que terminar. Sin saber si al final termino, o solo empiezo y hacia donde. Cada vez mas lejos de mi, de esa mujer que era capaz de todo en la vida y que se burlaba del destino y las autoridades.

Actuando como el hijo perdido de un posmodernismo mal entendido, anestesiándome cada fin de semana con toda aquella bebida que se me atraviese, pasando noches en vela y viviendo días cansados. Maravillándome de cada atardecer, de cada árbol que cambia de color, de los patos que llegan cada dia a saludarme cuando salgo de mi casa, y sobreviviendo de esos preciosos momentos refugiándome en los miércoles de yoga.

Sin saber a donde ni para donde, como, ni cuando, ni porque, confiando en un principio de impermanencia y rezándole al santo de la incertidumbre para que me redima. Para descansar de mi y de mis momentos de desesperación pasiva, tan pasiva que me aterra porque me siento inerte, insensible y apagada.

Y esta actitud poco afable y frígida es la que me regresa a mis deberes. Aburridos y tan conscientes que me dejan inconsciente.

martes, 26 de agosto de 2008

Sad good bye

Ya me despedí de los niños y fue dificilísimo. Desde que los conocí supe que este momento llegaría, supuse que me encariñaría con ellos también y durante el último mes he traído un constante nudo en la garganta. Me siento como en un perpetuo síndrome premenstrual, con ataques ridículos de sentimentalismo en los momentos más inesperados y los lugares menos convencionales.

Me ha costado un esfuerzo muy grande contenerme en momentos claves y aprendí a distraerme cada vez que siento que el llanto se me quiere escapar. Sentimientos encontrados, de pronto mucha alegría y satisfacción y de una momento a otro mucha compasión y algo de tristeza. En momentos como este solo puedo invocar a la melancolía y cada recuerdo me da enorme ternura aunque a veces siento que se me rompe el corazón en pedacitos.

Me he reído como loca y he jugado tanto que parece que llevo haciéndolo toda la vida, mi curiosidad aumenta aceleradamente y mi admiración por todo aquello que me rodea es cada vez más renovador.

Siento que alguien me aprieta el alma cada vez que me despido de Peter (mi consen, indiscutiblemente) como si el aire se me escapara y mi corazón se contrayera. Cuando me pide que me lo lleve conmigo tengo ganas de trepármelo en los hombros y salir corriendo con él.

Nunca olvidaré cuando dormí en Tumaini, abrir los ojos al olor fresco de la mañana, despertar para encontrar a Peter, paradito en sus pijamas, asomándose a mi cama, su mirada pura y transparente del otro lado del mosquito net, con una sonrisa de oreja a oreja y sin moverse nada, silencioso y emocionado observándome mientras dormía e impaciente porque despertara. Es un poco difícil expresar con exactitud como me sentí en ese momento y la forma en que me paré de un brinco, levantando el mosquito net para salir y abrazar y besar descontroladamente a Peter con una urgencia desmedida, decirle “Good Morning” mientras me llenaba de besos. Escuchar a mi corazón latiendo con un cariño y satisfacción tan placenteros añorando perpetuar ese segundo para siempre.

Haberlos visto tomarse de las manos y apretar las mías, hincados para rezar antes de dormir ha hecho que este viaje, el solo hecho de viajar al otro lado del mundo, valiera tanto la pena.

Y finalmente, me tuve que despedir. Las lágrimas empezaron a amenazarme desde que abracé a Ruquea, la cocinera. Y me porté fuerte y valiente aparentando toda esa fortaleza que me falta y el desapego que no me he logrado apropiar. Y fui abrazando a cada uno, repartiendo besos aborazados, recibiendo dibujos y miradas profundas. Las complicaciones empezaron cuando llego Lidyia y al abrazarme empezó a llorar, yo sentía un dolor fuerte y punzante en la panza mientras mi miedo por derramar tantas lágrimas a la deriva hizo que me faltara el aire; la solté limpiando mi cara de las tres gotas que se me escaparon.

Por último estaba Peter y aunque sería tremendamente duro para mi, sabía lo fácil que resultaría la despedida para él. Con solo 3 años y medio no comprende perfectamente la situación y por mas que le explique, al despedirme cree que regresaré al dia siguiente, como siempre. Nos abrazmos y besamos como usualmente lo hacemos y al soltarlo le dije "I love you Peter" a lo que empezó a repetir cada vez mas alto "I love you, I love you, I love you" con su sonrisita encantadora y mandándome besitos con la mano.

Y salí de ahí lo más rápido que pude. Y lloré y lloré y lloré...

Observar como el alma de estos angelitos se expande cada vez mas es lo más hermoso que me ha tocado vivir.

lunes, 25 de agosto de 2008

Se me acaba el tiempo en Kenya.




El tiempo aquí pasa demasiado rápido aun a pesar de que, entre semana, los dias siguen diligentemente el mismo orden y su curso es parecido dia con dia. De lunes a viernes mis obligaciones y mi horario es siempre el mismo, salgo a la misma hora cada mañana y regreso a la misma hora cada noche. Sorprendentemente, eso no me aburre ni me cansa, quizá sea el hecho de que esta rutina es temporal (un mes) y su corta temporalidad le impide a mi mente concebir la posibilidad de la monotonía.

Ya tengo mi propia rutina africana y cada mañana escucho mi despertador, salgo de mi mosquito net, salgo del mosquito net de la litera, y entro al baño antes de que se pare Sophie, mi roomate irlandesa.

El baño, por fin, ha dejado de atemorizarme. No me provoca gracia ni mucho menos indiferencia, sigue siendo un sacrificio el poner un solo pie dentro pero ya tengo mis trucos y mis mañas.

Cuando llegué, solo sabía que no habría agua caliente lo cual no me escandalizó en lo mas mínimo. Sabía que la casa de voluntarios tenía capacidad para 20 personas y en ese momento habian 23 voluntarios a lo que asumí sin preocupación que estaríamos algo apretados. Al entrar en la casa me encontré con miradas dispersas y hasta descorteses, olor a pollo frito y papas, bocas hablando llenas de comida mezclada con catsup, seres poco aseados y ojeras de cruda. Cuerpos desparramados en completo desorden sobre el piso y los viejos muebles deslavados, viendo la televisión sin mucho afán y sin interés en saludar o cuando menos alzar la mirada a los nuevos voluntarios que acabábamos de cruzar por la puerta.

Subimos las escaleras y en el pequeño cuarto del fondo habían dos lugares, tomé la parte de arriba de las segunda litera, Sophie tomó la primera. Las camas de abajo pertenecían momentáneamente a Claire (inglesa trabajando con niños de la calle) y a Claire (americana dando clases de inglés). Ninguna de las dos Claires estaba ahí en ese momento así que empezamos a desempacar mientras nos percatábamos de que no había lugar para nuestras cosas.

Claire inglesa (la que dormía debajo de mí) es tan cochina que parece broma, no sé si de plano tiene un proyecto personal y está experimentando con su propio cuerpo, quiere probar algo, tiene un plan elevado y profundo que se va desarrollando con el paso de los días y es tan desapegada que no parece importarle permanecer con la misma ropa durante 3 o 4 días (en Mombasa, una costa donde aparte de calor y humedad hay tanto polvo que si sonríes demasiado los dientes empiezan a ponerse grises ó cafés), bañarse esporádicamente y no lavar su ropa durante 3 semanas. Salir cada noche a bares atestados de negros sudorosos empeñados en tocarte y abrazarte tan pronto te descuides, hombres altos, fuertes, persistentes y con olor alto, fuerte y persistente también.

Es tan compleja la labor de Claire que, no se conforma con su propio desorden ó el tufo y humor que emana del compartimento donde tiene gran parte de su ropa sino que sus cosas están esparcidas por todo el piso, el pequeño mueble de madera (intento de armario donde deberían caber las cosas de las 4 pero ahora esta ocupado por las cosas de las 2 Claires) tiene todo tipo de artículos de belleza (que me queda claro que no usa, a juzgar por su aspecto) y chucherías. El espacio del piso entre su cama y el mueble de madera (camino al baño) está meticulosamente ocupado por elementos misceláneos tales como: envolturas, taza del chocolate caliente de hace tres días con sus respectivas y muy merecidas moscas bailando cual aureola coronando por encima de la taza, botellas de agua, ropa de la semana pasada, y demás cosas que respeto con tanto temor reverencial que no me acerco a indagar su funcionalidad y muchísimo menos su procedencia.

Lo anterior cumple con unas reglas de desmadre estrictísimas, no se sale ni tantito del manual del mugroso y me atrevería a decir que sobrepasa cualquier expectativa. En conclusión, Claire no se anda con pendejadas.

Así que mi primera semana fue una continua lucha interna por resistir a la suciedad de la casa, la tortura de bañarme en un lugar donde la regadera esta encima del escuzado, el piso se inunda ya que la coladera está tapada y, por mas que traiga puestas mis chanclas, el agua sucia llega a mis tobillos mientras el resto del baño es cada vez mas polvoriento.

Afortunadamente, las dos Claires se fueron hace dos semanas y media y con ellas se fué su desmadre dejándome mas tranquila con mi resignación y dando paso a la costumbre.

martes, 19 de agosto de 2008

Se murio Tito



El dia habia sido maravilloso, acababa de salir de la alberca y caminaba por la playa dirigiendome al restaurante frente al mar por un penne alla arrabiata, el viento soplaba muy fuerte y el pelo se me movia con una violencia bastante agradable. Justo cuando subia las escaleritas de madera hacia la mesa sono mi celular. Era mi papa, a la mitad del mediterraneo, navegando de Cerdena a la Costa Azur, dandome la noticia.

Lo primero fue preguntarle como estaba, como cuando no te crees algo, te parece una broma de mal gusto y haces preguntas que ni siquiera surgen de tu mente; te percatas de ellas al resonar las palabras que salen de tu boca.

Me contesto con un tono tranquilo y muy equanime que el estaba bien (dentro de lo pinche de la situacion, evidentemente) dandome las explicaciones y argumentos calmados que acostumbra dar mi padre cada vez que pasa algo perturbante, sea lo que sea, sin perder las notas de consolacion en su voz.

Me quede helada, la llamada duro poco y yo, como suele pasarme en estos momentos, me quede callada sin saber o sin querer decir nada.

Y me sente a contemplar el barquito de madera color azul frente a mi, flotando placidamente en la inmensidad del mar, meciendose aritmicamente y dejandose llevar a los caprichos de la marea. Y verdaderamente, habia demasiada belleza ahi, tanta belleza que a veces es casi intolerable. Y de pronto vi a mi Tito (en mi mente, claro) y ese nudo en la garganta se empezo a desenredar y, entre el llanto, la brisa y el olor a tomate fresco en mi plato, me senti muy tranquila y me acorde del funeral de Babaji, mi Yogui y maestro.

Cuando llegue al Ashram Babaji tenia apenas minutos de haber muerto, su aura seguia en el cuarto y, como se acostumbra en el Ashram, todos vestiamos de blanco. Nunca habia visto el Ashram tan lleno de gente y todos estaban ahi por la muerte de Babaji. Hubieron cantos, nadie lloraba, ni siquiera Guru Amrit, todos estaban felices por el y satisfechos de que el ya estaba un nivel por encima de nosotros. La musica fue preciosa y muy ritmica y movida, sonidos de Kirtan y nada parecido a esa musica masoquista y miserable que tocan en los velorios para que la gente quiera cortarse las venas. Se preparo langar para que todos comieran y se compartieron anecdotas de la vida de Babaji y sonreiamos, rezabamos y meditabamos. Compartimos, no la muerte de Babaji (porque como bien dice Heidegger la muerte -como la vida- es de lo unico que no se comparte, ni se transfiere, ni se reemplaza) pero si nuestro pesar por la perdida fisica de un hombre estupendo y nuestra alegria por el bienestar de su alma.

Y lo unico que se me ocurrio, frente al mar y mientras tragaba mis lagrimas insipidas fue alegrarme por Tito, meditar por el y despedirme en mi meditacion. Bendecir la vida, y la muerte, de un hombre maravilloso y profundamente especial para mi. Un ser humano que me llena de orgullo, a quien nunca deje de admirar, de quien tengo unos recuerdos valiosisimos y trascendentales y quien me abrazaba con mas fuerza y menos palabras cuanto mas envejecia. Quien me confeso que me apoyaba cuando me fui de casa de mis papas y quien decia poco, y cuando el hablaba, yo reia. Indiscutiblemente un personaje con el sentido del humor mas especial y distinguido que he conocido.

Y ayer y hoy me vesti de blanco. Y manana me vestire de blanco tambien, por Tito

Amo mi point and shoot



Diani Beach está en la costa sur de Mombasa. Para llegar hay que tomar un matatu al ferry, subirse en el ferry y después tomar otro matatu ó algún taxi a la playa. Me subí al taxi de un hombre llamado Smith. Smith, (como buen kenyano) no dejó de platicarme e interrogarme durante el trayecto. Aprovechó para regañarme por no estar casada a mi edad argumentando que no me he casado porque soy abogada (supongo que tiene prejuicios en contra de los abogados). También intentó motivarme a tener un bebé ya que, según él, las personas deben asumir su adultez a partir de los 18 años tomando alguna responsabilidad digna de un adulto. Tener hijos (aunque no me case, asumiendo que no quisiera hacerlo) es tomar las riendas de la adultez y mientras no lo haga, estoy negando que me he vuelto mayor, a su muy particular punto de vista. Me pidió que subiera el vidrio del coche cuando íbamos muy rápido (mientras la carretera estrecha y totalmente carente de iluminación nos amenazaba) y varios camiones parecían dirigirse justo frente a nosotros, solo para separarse medio segundo antes de estrellarnos; él decidió que los extranjeros no debemos permanecer tanto tiempo con la ventana abajo mientras el viento nos acaricia (acaricia? O casi bofetea?) la cara porque somos propensos (a según) a la neumonía. ¡Neumonía! Estamos a fucking 29 grados y éste hombre se atreve a impedirme con la autoridad de un doctor especialísta que deje de disfrutar el viento sobre mi cara porque no quiere que me enferme.

Por fin llegamos al hotel y después de preguntarme cuanto cuesta la noche de hospedaje (con lo que me cagan ese tipo de preguntas) me da su tarjeta de presentación esperando que le llame el domingo para que me lleve de regreso al centro de Mombasa. Me dispongo a pagarle cuando me frena pidiéndome que me baje y me registre ya que lo primero para él es mi “seguridad”. Cual fiel y sumisa mujer obediente le hago caso y entro al hotel, doy mi nombre y me siento a tomar la champaña que cortésmente me sirven en lo que toman mis datos y me entregan la llave de mi cuarto. De pronto se sienta Smith junto a mí, le traen su copa de champaña también (el mesero preguntó si venía conmigo a lo que asentí) y me indica que, ahora si, puedo pagarle.

Me paro y me voy a mi cuarto y, sinceramente, no me puedo dejar de reír de este personaje. La verdad me cayó de maravilla, es el primer conductor kenyano que, de entrada, no me tira la onda (porque aquí, por mas que les digas que estas casada o que eres religiosa, no dejan de hostigar) y al llegar a mi cuarto me doy cuenta de que no encuentro mi point and shoot.

Es el reverendo colmo, vengo cargando un tripié, una back pack pesadísima con la hassel, la réflex digital, 4 lentes, cargadores, kits, rollos y demás y ahora resulta que mi maravillosa olimpus point and shoot lightweight no aparece. Estoy al borde de la histeria, por las fotos que tengo ahí y porque me la regaló mi güero.

Le marqué a Smith y si, efectivamente, dejé mi cámara en su taxi y si, me la va a regresar el domingo que venga por mí.

Que maravilla que me contó su vida y me regañó y sobretodo me dio su teléfono. Fernandita no ha perdido su cámara otra vez.

jueves, 14 de agosto de 2008

Paella y guacamole con frijoles refritos

Belén (voluntaria española trabajando en Tumaini) y yo decidimos tomar la cocina el día de hoy; respetuosamente le informamos a Elizabeth (adorable kenyana fungiendo como “matron” del orfanatorio) que nos encargaríamos de la comida siendo éste nuestro trabajo de la mañana y esperando que nos dejaran la cocina solo para nosotras. Noemi (la cocinera) se preparó un té y se sentó a descansar.

El objetivo fue preparar algo de nuestro país respectivo, algo fácil de comer, sencillo, ya que hay que cocinar para 35 personas, y sustancioso; los niños deben comer muy bien en función de la cantidad de medicinas que toman.

Belén decidió hacer paella así que mi idea de hacer el arroz a la Mexican style quedó totalmente fuera de lugar. Podría hacer quesadillas pero el queso aquí es distinto, y aunque quedaba la alternativa de los frijoles, evidentemente no hay olla exprés y cocer los frijoles a la antigüita tardaría hooooras y los niños comen a las 12:15. Otra opción algo adecuada sería hacer tortillas; desgraciadamente, lo mas parecido en Kenya a Maseca es Taifa (una especie de harina de maíz utilizada para preparar Ugali –platillo muy común, es una masa un poco dura pero no seca que se logra mezclando agua muy caliente con este preparado de harina de maíz y revolverlo hasta que se vuelva lo mas duro posible, después dejarlo enfriar y servirlo - sabe bien pinche, no le ponen ni sal - cansa mucho menearlo cuando se pone duro, los brazos duelen y sudo como marrano, nada sexy-) así que intentar las tortillas con Taifa en lugar de Maseca hubiera sido muy rifado de mi parte.

Tortillas de harina: exageradamente parecidas al “chapati” solo que el chapati tiene algo de aceite en el comal; los miércoles comemos chapati y hoy es jueves. Saben 90% igual las tortillas de harina al chapati. Me quedo con las tortillas de harina, son mucho mejores.

Me di cuenta que lo típico mexicano es muy tardado, lo mismo si pensaba en tamales ó en pozole. Finalmente, y aconsejada por Belén, decidí preparar salsita roja, guacamole y frijoles refritos con totopos (sorprendentemente, en Nakumat, el primo africano de la Comer, venden latas de frijoles refritos y tortilla chips).

Me costó muchísimo trabajo encontrar aguacates maduros, fui no solo a Nakumat sino al tianguis y tuve que recorrer puesto por puesto tocando cada uno y cruzando los dedos para que estuvieran buenos. Los aguacates son un poco más grandes y redondos aquí pero saben casi igual. Lo de conseguir la cebolla y el jitomate fue facilísimo, también compre ajo, cilantro y Knorr suiza. Como me tocaba la botanita no tenía de que preocuparme mientras Belén se partía la cabeza y se mordía las uñas porque el arroz de la paella no le quedaba como ella quería.

Las house mothers y el resto del staff del orfanatorio estaban felices con la comida, nos pidieron que les separáramos sus porciones para que no se quedaran sin probar y los niños estuvieron asomándose a la cocina cada cinco minutos. De pronto veo que llega Peter (mi consen) y me da unas flores “this is a gift for you” mientras preparábamos la comida; casi me derrito y no por el calor que hacía en la cocina.


Todos estaban emocionadísimos y era para morirse de la risa escucharlos decir guacamole.
“Yum yum food guacamoulei, you cook for us María” y me mandaban besos desde sus sillitas mientras comían revolviendo el guacamole con la paella y los frijoles.

Ahora no me podré safar de hacerles algún postre mexicano el próximo miércoles que me quedo a dormir. Yo creo que la opción será arroz con leche.


Tribu Maasai


martes, 12 de agosto de 2008

jueves, 7 de agosto de 2008

A la playa en Bamburi



Tumaini esta en Bamburi, a media hora en Matatu del centro de Mombasa. Hoy llevamos a los ninos a la playa, a la playa de Bamburi.

Fue una experiencia increible, la playa es blanca y muy muy larga, hay que caminar unos 50 metros hacia dentro hasta llegar al mar y la marea sigue estando muy bajita. El agua es de un color verde muy muy claro, casi transparente y se ven con facilidad las algas y la arena blanca. Pasan camellos con turistas y hay bastante vegetacion, el agua es particularmente salada, mucho mas que la del caribe.

Se respira una paz y una calma que se puede comparar con aquella dentro de un Ashram y la energia fluye de forma armonica y maravillosa mientras se siente la brisa y el viento sobre la piel.

Huele rico, como a piel recien bañada con un poco de alga y las conchitas tienen una belleza especial, hoy encontre un caracol perfecto. Perfecto, nunca habia encontrado uno asi, pequeno, con unas curvas vanidosa y matematicamente exactas, de pliegues elegantes, delicados y puntiagudamente coronado.

El sol sobre mi nariz y acariciando mis hombros es casi holistico, y las nubes se han acomodado de forma especial sobre el horizonte, muy acolchonadas aunque no tan abundantes; nada es mas hermoso que escuchar a los niños y verlos correr desesperados hacia el mar. Su piel tan oscura da el contraste perfecto con el color de la arena, los colores brillantes, alegres y electricos de sus trajes de baño lucen muchisimo bajo el sol.

Siento un nudo en la garganta al ver como se me trepan y me gritan emocionados mientras me exigen de forma totalmente autoritaria que nade con ellos, Merci estira su brazo acostada en una de las llantitas inflables esperando que la empuje pero escucho la voz de Cadzo, su hermana, retandome a permanecer mas tiempo bajo el agua.

Cadzo tiene casi 8 anos y es toda una señora responsable aunque es un poco introvertida y timida. Cuando ella tenia 4 anos y Merci era una bebe, su papa murio de Sida y su mama estaba tan enferma que no podia cuidar de ellas asi que Cadzo se encargo de Merci, le enseno a sobrevivir y hasta le buscaba comida. Despues de la muerte de su mama llegaron a Tumaini y era imposible separarlas un minuto, durmieron abrazadas en la misma cama durante mucho tiempo; fue muy dificil convencerlas de dormir en camas separadas. Merci es extrovertida, dulce, coqueta y algo demandante. Se parecen mucho fisicamente y las dos estan preciosas. Despues de Jemimmah, son las mas bonitas del orfanatorio, sin duda.

Despues de jugar hasta cansarnos y correr por la playa perseguidos por las pistolitas de agua que traian los niños, fue hora de salir del mar. Fuimos al jardin donde habia que enjuagar a los 24 niños y cambiar de panales a los bebes, y despues de un desfile de cuerpecitos oscuros, emocionados y con pompas muy paradas, ya vestidos, tomamos jugo y comimos chapati y galletas.

Al camion de regreso a Tumaini, ya cansados, cantando y con unas sonrisas tan grandes y maravilloas que es imposible que algun dia se me borren de la memoria.

martes, 5 de agosto de 2008

Los peseros le hacen los mandados a los matatus

Honestamente, sigo sin acostumbrarme a los matatus. Son la version kenyana de los peseros, mas baratos que los camiones y te llevan a todos lados aunque hay que fijarse bien a donde van. Son unas combis version pirata y tienen escrito su destino a los lados. El conductor va gritando por la calle hacia donde se dirije, se van parando todo el tiempo de forma totalmente descortes y desordenada, cierran y abren la puerta corrediza mientras estan en movimiento, huelen a verano (aunque aqui es invierno pero estamos a 28 grados) mezclado con sudor, tierra, y olor a quemado. Manejan como locos, se pegan tanto a los otros matatus que parece que van a chocar cada dos minutos, acostumbran saludar a sus colegas a media cuadra mientras otro matatu en direccion contraria se les dirige de frente y nunca piensan que pueden estrellarse aunque los caminos son pequenos y el resto solo es tierra, gente, mercados sobre ruedas, animales, basura y curvas cerradas.

No respetan una sola regla de transito pero misteriosamente nunca se mentan la madre. Se rebasan y sacan fuera de la calle todo el tiempo y de forma violenta pero nadie se enoja, de pronto ocupan los dos carriles en calles de un solo sentido y se libran de estrellarse por un milimetro y nadie dice nada. El de adelante va moviendose ritmicamente como si bailara, las dos mujeres en burka (la mayoria de la gente de Mombasa es musulmana y muchas mujeres van por la ciudad totalmente cubiertas y de negro, solo mostrando los ojos) no se inmutan y atras escucho como uno canta algo precioso en Swahili (que obvio no entiendo) mientras el de a lado hace ruidos con la boca simulando tonos de rap, al ritmo del canto del primero. Les encanta llenar el matatu a reventar, siguen subiendo gente aunque ya no cabe ni mi conciencia y para bajarse hay que pegarle fuerte al techo del matatu para que el conductor se pare lo que vuelve a la matatu experience algo surrealmente delicioso. Dicho sea de paso, el conductor se frena donde se le da la gana y la gente cruza la calle cuando y como se le da la gana tambien; nuevamente nadie es atropellado ni herido y nadie se ofende con nadie.

Por si fuera poco, la ciudad esta llena de "driving schools" y tienen hasta "driving college" asi como los taxis y tuk tuks, aunque mucho mas civilizados son poco utilizados. Como comparar la privacidad de un taxi con la maravilla de tener a un negro (uno?) dandote besos del otro lado del vidrio de la ventana en las paradas y uno que otro proponiendote matrimonio durante el trayecto.

Asi que a los mexicanos, en relacion al desmadre de transito y la forma de conducir, nos ganan por bastante los chinos (los de mainland China en ciudades grandes como Shanghai) y por bastante mas, los kenyanos, especialmente en Mombasa.

Y mis amigos se atreven a criticar mi forma de manejar...

lunes, 4 de agosto de 2008

Tumaini



Tumaini(en Swahili) significa Esperanza. Tumaini es el orfanatorio donde estoy trabajando y es, verdaderamente, un lugar maravilloso. Los huerfanos que llegan ahi son bebes (desde recien nacidos a 5 anos)que estan infectados con SIDA. Hay 24 ninos viviendo en Tumaini ahora, algunos mayores a los 5 anos ya que llegaron de bebes y han crecido ahi. Es dificil calcular las edades de los ninos, unos son chiquititos y casi no hablan por lo que normalmente se asumiria que tienen 2 anos, en realidad pueden tener 5 o 6 (no se sabe su edad exacta ya que los adoptaron por abandono y los doctores les dan una edad aproximada a juzgar por sus dientecitos). Hay otros ninos que son demasiado fuertes, altos y tan llenos de energia que parecen de 5 anos y en realidad no pasan de los 3 y medio.

Todos son impresionantemente amables, juguetones y muy muy carinosos. Hay ninas mas timidas que otras y otros bebes que necesitan y exigen mas atencion pero en general todos son adorables.

Estan aprendiendo ingles y es chistosisimo escuchar Kenyanos cantar "I love you, you love me..." de Barney. Ridiculo dinosaurio morado mas famoso que U2, esta en todos lados.

Es un poco perturbante la forma en la que se encarinan tan rapido y la cantidad de amor que piden. Es mas dificil lidiar con su enfermedad y tener la conciencia de que ellos, naturalmente, no estan conscientes de la misma, son ninos inocentes y normales, descubirendo el mundo poco a poco y admirandose de las cosas que les suceden y todo aquello que van observando y analizando con grandisima curiosidad.

Los mayores (uno que otro de 8 anos) actuan como hermanos mayores, cuidando a los chiquitos y dandoles ejemplo de todo de la misma forma en la que los pequenos los admiran. Aparte de tomar clases, se la pasan jugando todo el dia, cantan mucho, bailan y comen como nunca habia visto ninos chicos comer. Se comen platos de tamano adulto, repletos de comida (arroz, a veces chapati, guisado de verduras, pasta, pollo) sin quejarse ni tantito y no se paran hasta que les den su fruta de postre.

Sus miradas son hermosas y tan transparentes que vuelven imposible dejar de enamorarse a la primera. Tienen un magnetismo y una magia maravillosa y unica, sus sonrisas tan grandes y la forma en la que te saludan gritando "Jambo!" con tanto gusto provoca un sentimiento raro, hermoso y que te deja con la piel chinita.

Estoy muy contenta por estar aqui aprendiendo de ellos y poder compartir parte de sus vidas, me encantaria seguir describiendo todo lo que estoy viviendo pero se me acabo mi tiempo de cafe internet.

Kwa heri!

P.S. Este teclado no tiene acentos, me esta volviendo loca.

jueves, 17 de julio de 2008

Si odiara, odiaría a los gringos. Definitivamente.

Y hoy, creo que si los odio.

Estoy pensando seriamente en no acercarme a ellos los Jueves. Eso significa enclaustrarme por el resto de mis Jueves en mi pequeño departamento, ir a clases a pata y no convivir con compañeros cercanos a la cultura gringa (no digo norteamericana porque los pobres Canadienses no tienen la culpa). Escuchar de lejos a mi maestro gringo en turno sin participar.

Y eso de los Jueves no me lo invento sin justificación. El Jueves pasado estuve 45 min en cola para el concierto de Julieta Venegas y al llegar al principio de la fila me piden mi ID, mi fucking ID!!! Para un concierto!!! Que amables pero ME QUEDA CLARO que no me veo menor a 18 años (la edad mínima para el concierto) pero no, no pueden usar algo de criterio o confiar en la realidad aparente, no traigo ID, no entro, porque ESAS SON LAS REGLAS.

Hoy salí al computer Lab de BU a imprimir mi boleto de avión a Kenya ya que lo necesito para la Visa y mañana voy al consulado de Kenya en NY a solicitarla. Con el tiempo encima decidí ir a imprimir mis vuelos, correr a la Post Office de Kenmore por mis self addressed priority envelopes, atravesar la calle a Hunt´s Photo a sacar mis fotos tamaño pasaporte y de ahí irme al cuarto oscuro para ampliar una que otra foto de las que me latieron al analizar mis negativos.

Se me hizo tarde y cuando llegué a la Post Office ya estaba cerrada, damn, pero la del Prudential cierra mas tarde.

Del otro lado estaba Hunt´s así que no tarde en correr por mis passport sized photos. Cuando llegué le pedí dos de esas al dependiente, dicho retrasado mental me contestó:

"We only do passport photos for American passports"

Le contesté que daba igual, necesito dos.

"Do you need them for an american passport"?

No.

"So"?

I need them for a Visa to go to Kenya

"You should ask them the specified requierements"

Con toda la paciencia le quise explicar que no hay mas requisitos que solo necesito 2 PINCHES FOTOS TAMAÑO PASAPORTE y ya.

"We don´t do foreign passports"

Le vuelvo a explicar que no hay requisitos, lo único que necesito es salir con la frente y orejas descubiertas, le enseño el mentado papel de requisitos de la embajada de Kenya en inglés donde solo dice: Two passport size pictures (full face showing both ears)

Y me contesta el pendejo "You should still double check with them"

Le digo con la poca paciencia que me queda que fuera de USA los demás países no la arman tanto de pedo y la dimensión ni el diámetro ó inclinación de la cabeza no es tan importante en las fotos.

Le pongo como ejemplo México, de donde vengo, China y Praga donde necesitas visa y donde no me han exigido mas requerimentos que una foto tamaño pasaporte.

Este redneck que no ha salido de New England me contesta "That is soooo strange" "In Canada, Australia and England, they have specific requirements for the Visa"

Yo ya no podía mas del coraje y desesperación, he ido mas de un par de veces tanto a Canadá como Inglaterra y NUNCA me han solicitado una pinchurrienta Visa, como él no ha ido no lo sabe pero igual me da coraje que SE ATREVE A OPINAR.

Al final del día que mas le dá si uso las mentadas fotos para limpiarme cuando cago, para enmarcarlas y regalarlas a mi familia ó para pintarles bigotes y cuernos. Carajo, me cagan los pinches gringos sin criterio y, aunque carecen del mismo, se atreven a cuestionar...

Patético, ridículo y perturbante.

Me fuí con un coraje.... Y después de que éste pendejo me hizo perder mas de 30 min de mi valioso tiempo tuve q treparme al tren y despues correr a la Post Office de Prudential que justo acababa de cerrar, correr a Ritz Camera que estaba cerrando (porque eran 6:58 en éste mentado pueblo que todo cierra temprano) y buscar por las calles de Boylston algún lugar que hiciera passport photos.

Gracias a Dios existe Walgreens que está abierto las 24 horas y te hacen fotos sin preguntarte para que chingados las quieres.

By the way salgo horrépida en mi foto, no puedo negar mi pésimo humor.

Me subo a un taxi ya q es muy tarde como para irme en T a imprimir mis fotos y le doy la dirección de la escuela al taxista "320 Fenway, please".

Despues de 5 min el inepto me dice que no sabe bien donde es, le explico que es casi a lado del Museum of Fine Arts. Se tarda otro rato dando vueltas y me dice que sigue sin dar con el lugar. Le vuelvo a repetir que ya mejor se vaya al Museo y me contesta "You said 230 Fenway".

Respiro hondo y prifundo y le repito por cuarta vez "Just go to the Museum" y me discute el animal "You said 230 Fenway".

Ya no puedo más con éste imbécil que despues de CINCO VECES!!!! no entiende que mejor me deje frente al PUTO MUSEO. Así que le dije que ya mejor me bajo, pago 9 dlls para que me dejen a 4 cuadras de la escuela porque a la mente cuadrada del señor no le cabe que mejor cambiamos de destino para que no se le complique ya que, siendo taxista en una mini ciudad, no la conoce.

LLego a la escuela y hoy le toca a la flaca cagante bitch del stock room. Le pido mi print kit y como siempre me lo dá de mala gana. Regreso porque me falta un filtro 2 en el kit que me dió y, primero se enoja como si fuera mi culpa, despues me dá un filtro que no es 2 sino 1 1/2! Regreso y le digo con toda amabilidad que ya me dió primero un 2 1/2, despues un 1 1/2 y necesito un fregado filtro 2!!!! Es demasiado pedir??? Está tan cabrón que me den mi kit como Dios manda y pueda usar mi filtro 2 que necesito???

Se dá cuenta de su error y se atreve a enojarse!!! A regañadientas me dá el 2 como si yo tuviera la culpa de que ella es una flaca espantosa y mugrosa que no se pasa un cepillo ni por accidente! Aparte debo aguantar su pésimo humor por odiar su trabajo, como si fuera mi problema.

Regreso a mi lugar de relajación, al cuarto oscuro, con mi ipod sintonizando música calmante, trabajando una foto que me encanta y disfrutando mis 45 minutos ya que gracias a los estúpidos gringos estaré imprimiendo 45 min en lugar de las 3 horas que tenía programadas.

Mi foto salió rápido y de pronto me tranquilicé. Casi me dá algo cuando, al querer secar mi foto donde secamos los negativos (por aquello de la prisa) mi compañerita Mounett me recriminó que ahí no se secan las fotos porque dice secado de negativos.

No me enojé, la verdad la compadecí, pobrecita, no puede pensar mas allá de las instrucciones de nada. Por eso sus encuadres son tan aburridos y su técnica tan infantil. Así la educaron. El libro dice que no hay que tomar fotos en estas condiciones ó alternando ó bla bla bla.

De regreso a mi casa no se atravezó ningún gringo porque, en serio, no hubiera respondido de forma civilizada.

Ya eran mas de las 11 así que ni intentar cenar en algún lugar para que me digan que las reglas de Massachussets y ....

Mejor ceno en mi casa y extermino a todos los gringos del planeta en mis sueños...

Tempting, very tempting...

sábado, 12 de julio de 2008

quiero ser Isabella Stewart Gardner

La semana pasada, en uno de mis breaks de mi clase de óleo sobe tela, decidí conocer el Isabella Stewart Gardner Museum ya que está a escasa media cuadra del Museo de Fine Arts donde tomo clases.

Y caminé tantito, a ver que veía.

Y ahora soy fan.

No por los Botticellis ni por Rubens ni Rembrandt ni Van Dyck y mucho menos mi ídolo Matisse.

Ésta maravillosa mujer desafió a las cacatúas bostonianas de la época, desbancándolas sin piedad y casándose con el "soltero codiciado" en su momento. Sin ser hermosa pero atractiva y encarnando la inteligencia, la elegancia y la visión que ninguna mujer de Boston poseía.

Después de ser la millonaria neoyorkina apestada por las niñas bien de Boston decidió convertirse en coleccionista y estudiosa de arte, viajo durante meses a Italia para observar y aprender acerca del arte, su técnica, el claroscuro y los planos de la estética.

Ésta maravillosa mujer se consagró a la tarea de implantar un legado en la sociedad Bostoniana y decidió construir un "palacio italiano" en el vasto e inhabitado territorio rural de Fenway. Visionaria, ahora "Fenway Court" como ella bautizó al palacio-museo que habitó hasta su muerte, es parte del corazón de Boston.

Al recorrer éste museo es imposible dejar de notar la gran afición de doña Isabella por el arte religioso y su profunda devoción católica. Algunos de los cuartos son casi góticos y tiene una vasta colección de muebles antiguos, rococosos y barrocos.

Un rasgo interesante es que gran parte del museo es bastante oscuro lo cual impide admirar nítidamente algunos de los cuadros ahí expuestos; ella dejó instrucciones claras de que nada debía de ser cambiado ó movido del lugar en que ella lo dejó, al morir. No sé si esto de la oscuridad fue un error ó causalidad de que no estaba pensando en la iluminación de algunos lugares al momento de morirse como para mandar abrir las cortinas, ó esto refleja su propia oscuridad.

Todos tenemos un lado oscuro (desgraciadamente? O gracias a Dios?) así que Lady Stewart Gardner no fue la excepción, después de tanto fervor a la religión deberá tener algo por ahí…

Al caminar por los pasillos es posible vislumbrar correspondencia entre ella y sus amigos, algunos de ellos actores, pintores, intelectuales y músicos.

Al final del recorrido se encuentra un hermoso cuadro, una retrato de Isabella, pintado por su gran amigo John Singer Sargent.


Dicha pintura fue brutalmente criticada al momento de exhibirse. Quizá por el escote de la señora, por el énfasis visual hacia sus caderas ó por las ganas de criticar. Se consideró una pintura deplorable y Mr Lowell Gardner le prohibió a Isabella que la enseñara. No fue sino hasta la muerte del señor que Lady Stewart Gardner, quien amaba su retrato, volvió a exponer la pintura que ahora sigue erguida en el tercer piso de su pequeño palacio.

A mi poco crítico y humilde juicio, la pintura no tiene defectos dignos de considerarse deplorables. Me parece armónica y bien lograda, pero bueno, yo no puedo ni pintar un cuerpo que no parezca un pedazo de algo…

Me fascinó conocer partes de alguien, no tenía idea de lo que vería pero, aunque personalmente soy la menos aficionada al arte barroco, gótico, rococó ó religioso (aunque lo respeto diligentemente) me sentí impregnada de la energía revolucionaria de ésta mujer.

Es maravilloso leer y conocer acerca de mujeres poderosas que no solo han influido en su sociedad sino que han hecho una diferencia y mejor aún, han dejado un legado. Gente valerosa que ha desafiado las envidias, las críticas y las falsas interpretaciones siendo fieles a una causa: la de trascender. Algo, el mundo, su sociedad, su cultura, su historia, su arte, su conservación. Nunca dejaré de admirarme al escuchar la vida de tantas mujeres interesantes que han puesto su granito para cambiar al mundo, me muero de la emoción y me ilusiono cual quinceañera.

Quiero ser Isabella Stewart Gardner. Ya tengo los amigos artistas, solo me falta el esposo archi rico y el papá millonario. Damn! Me falta un chingo…

martes, 8 de julio de 2008

coney island


Hoy fuí a Coney Island. Salí caminando con ganas de hacer fotos interesantes y supuse que conocer y registrar Coney Island podría ser buena opción. Tomé el metro y transbordé a la línea D anaranjada hacia Stilwell Av. Me tardé como 45 minutos y al bajar no pude dejar de percibir el punzante calor, una temperatura bastante mas alta que la de Manhattan ó Brooklyn Heights.

Saliendo de la estación y caminando de frente hacia la playa ví "Nathan´s" el famosísimo y pionero puesto de hot dogs porque, cabe mencionar, los hot dogs se volvieron mundialmente famosos por los que empezaron a vender unos alemanes en Coney Island hace unos 100 años.

Continué caminando a través de los múltiples localitos de camino a la playa y me llamó demasiado la atención que, tanto de camino a la playa como frente a ella, no dejé de ver letreros con la palabra "fried" en ellos. Fried Shrimp, french fries, fried chicken, fried fish, fried onion rings. Me pareció un poco asqueroso pero lo relacioné con la incomodidad que me provocaba el calor.

Despues de lo "fried" siguen puros dogs: hot dog, chili dog, corn dog, double dog, cheese dog, hot dog nuggets, pretzel dogs, sauerkraut and onion dog...

Y con eso de que todos son 100% beef, no hubo forma de que probara alguno aunque, francamente, no se me antojaron ni tantito.

De pronto ví la playa, ésta playa no requería de pago para entrar y estaba atestada de personas, sombrillas, toallas, cervezas y comida rápida; con el parque de atracciones por no decir feria, de fondo. Así que llegué a la feria de texcoco junto a caleta, solo que aquí no había palenque.

El mar, posiblemente frío por estar en el Océano Atlántico del norte, estaba sorprendentemente lleno de gente, vestida ó en traje de baño. Me dispuse a medir la luz y empezar a disparar unas cuantas fotos mientras escuchaba un rap bastante alto que no identifiqué, proveniente de una grabadora grande vigilada por un hombre negro, bastante pasadito de peso y con lentes de sol dignos de cualquier tepiteño.

Al avanzar sobre la arena noté que había basura a lo largo de toda la playa, decorando cada espacio brutalmente ocupado por la sombrilla respectiva que formaba parte del poco armónico amontonamiento.

No hubo forma alguna de que me trajera aunque sea una conchita de regreso, mis intentos fallidos (una corcholata, un pedacito de vidrio, algo de carton...) me empezaron a desesperar.

Lo mas interesante fué la diversidad de personas, muchas de ellas latinas, muchos negros, muchos gringos white trash y no ví nada de asiáticos (ni árabes, ni hindúes ni chinito-ojo-rasgado) y como siempre, uno que otro turista despistado e itinerantes neoyorkinos lindos espolvoreados entre la multitud.

Tras disparar la última foto de mi primer rollo decidí dirigirme hacía el "amusement park" y aceleré mi paso arenoso mientras algún reggaeton me despedía.


Pasé por los puestos y aparadores de todo tipo de comida alta en ácidos grasos insaturados y me sorprendí al encontrar un juego llamado "Shoot the freak", ¡¡¡Shoot the freak!!! Consiste en dispararle con un tipo de escopeta con balas de pintura a un "live human being", me pareció perturbante y ridículo.

Porfin entré a "Astroland" con ganas de subirme a la rueda de la fortuna solo que doña Ferris Wheel no estaba ahí sino en el parque de a lado. De cualquier forma compré 10 dlls de tickets y cargue mi camara con otro rollo. Tomé unas cuantas fotos y estuve observando la devoción con la que una señora seguía a su hijita a través de todos los juegos festejándole cada vez que se subía a uno.

Al terminar el segundo rollo me dieron ganas de subirme a algun juego; había comprado los boletos y no había que desperdiciar. Al llegar a la Canoa Krakatoa, después de hacer cola, el encargado del juego me informó de manera totalmente descortés y con sórdido tono que no podía subirme ya que mi boleto era de "Kiddie Park" y esos juegos son para adultos. Qué raro Fernandita, comprando los boletos en la taquilla equivocada...

Como voy totalmente en desacuerdo con tirar el dinero a la basura no me quedó otra que usar mis boletos, aunque fuera en los juegos de niños (donde pueden subirse sus papás). Supuse que es lo mas honesto que alguien puede hacer con sus boletos equivocados así que me trepé a "Tilt-o-whirl", unas canastas de metal que giran sobre su propio eje mientras la superficie sobre la que giran va girando también, muy rápidamente, es una superficie desnivelada en forma de óvalo que gira y de la cual todas las canastas dependen.

Escogí la canasta 7, por ser mi número favorito y cabalístico, mientras unas niñas en la edad de la pubertad corrían y arrastraban a la pobre hermanita como de 7 años que no podía cambiar su cara de temor y preocupación.

El juego empezó y poco a poco fué aumentando la intensidad de las vueltas mientras la velocidad subía y subía, me empecé a marear demasiado y sentir esa adrenalina que provocan los juegos de feria que aunque molesta un poco, agrada tantito y vuelve la sensación medio adictiva. No podía creer que me estuviera asustando tanto y mareando mas y me empecé a acordar de mis viajes veraniegos de chiquita con mi familia.

De pronto, cuando mas mareada, exaltada y emocionada estaba, el juego terminó. Así que me quedé en mi canastita y le di al hombre de los tickets otro boletito.

Ésta vez lo disfruté mas al principio, cada vez quería que fuera mas rápido y el ignorárlo me provocaba un misterio embriagante. Por desgracia, acabo volviendose predecible cuando subiría y cuando bajaría la intensidad y, como todo lo predecible, perdió su encanto.

Me bajé caminando como niño mareado después de que le dan volantín, caminando chueco y con unas nauseas impresionantes. Porque carajos disfrutamos pagar por marearnos y luego tener ganas de guacarear? No lo entiendo pero si, me encanta.

Después de ese juego me subí a al carrusel, ahí no hubo mareos puesto que el carrusel iba lento con una música linda y los caballitos subian y bajaban lentamente. Mi último boleto lo usé en unas tazas más rápidas que el Tilt o whirl, preguntándome otra vez porque decidí estar ahí mientras me ganaba el mareo extasiante y me moría de la risa.

lunes, 23 de junio de 2008

And nothing else matters...


Estoy en el tren, recorriendo New England, llueve y la ventana está algo empañada, afuera sólo veo campo, agua, de pronto ríos y casitas preciosas pero aisladas una de la otra muy a lo lejos, el paisaje es precioso y de pronto siento que estoy recorriendo alguna parte de Europa en tren, ahora solo es mar, los colores solo son grises azulados y aunque el día esta bastante triste me fascina, tiene una nostalgia que si pudiera inyectarla a alguna de mis venas para incorporarla a mi sangre, lo haría.

Es uno de esos paisajes boscosos, lluviosos, tormentosos y oscuros pero con una calma tan penetrante que llegan a ser totalmente satisfactorios a la vista y con un riesgo de adicción.

Cada vez llueve más fuerte y mi ventana parece atacada brutalmente por chorros inclementes y continuos que dentro de su necedad aparecen cada vez más y más hermosos. Así que ahora veo un countryside triste y maravilloso de fondo y desenfocado por mi primer plano de ventana empañada con agua corriente y constante decorada con maravillosas gotitas que van bailando armónicamente a través del vidrio.

Pure bliss.

Escuchaba Post Modern Girls de los Strokes con Regina Spektor pero ahora el shuffle me llevo ridículamente a “You talk too much” de los Strokes acabando con la perfección de mi momento, hay canciones que aunque gusten tanto en un momento, pueden no solo disgustar pero hasta causar una incomodidad violenta en otro momento; mejor cambio a mi soothing Gnossienes No 5 de Satie.

Hay música que me hace tan feliz que quiero llorar cada vez que la escucho, aunque lo haga una y otra vez intensa y repetitivamente durante largos periodos de tiempo… y sigue siendo tan perfecta que cada vez me siento tan overwhelmed que siento que se me va el aire aunque no puedo dejar de tener una sensación distinta pero emotiva de felicidad, alegría, nostalgia, tristeza ó simple perfección cada vez que la escucho. Y nunca me cansa, cada vez me vuelve más adicta en un tipo de adicción que no me causa culpa sino orgullo, que me humaniza una y otra vez, recurso estúpido y mundano que no deja de sorprenderme y recordarme mi pequeñez y la grandeza de mi propia pequeñez.

Paso por debajo de un puente ahora, hermoso, tenebroso e indiscutible y orgullosamente gris, con construcciones aledañas y en observancia de las mejoras y actualizaciones que le hacen a su vecina, “una” puente que sobrepasa una larga cirugía plástica pero continúa erguida y funcional.

Y de pronto “Nothing else matters” de Metallica (con la orquesta sinfónica), hay música que llega en el momento mas indicado a elogiarte. Entonces me acuerdo que momentos como este, donde todo en mi entorno y a mi alrededor es tan perfecto, no hay nada mas importante en el mundo, el tiempo, el espacio y las dimensiones parecen estar juntas cotorreando en un cafecito y de pronto sin distinguir qué es que, todo se mezcla y todo cobra sentido, las dudas dejan de ser dudas, tu propia existencia se confirma y el no entender absolutamente nada acerca de esto, de la vida, del mundo y la existencia, se vuelve un hermoso ejercicio de impermanencia que hace que todo valga absolutamente todo en la vida…

And nothing else matters…

Creer, confiar y sentir son dogmas casi absolutos y el resto yace en la tranquilidad de la impermanencia y la incertidumbre.

And nothing else matters…

Lo único que aterra es no poder aferrarnos a éste preciso momento ya que nos ha pertenecido y ha sido apropiado… pero ya pasó.

And nothing else matters…

sábado, 21 de junio de 2008

Solazar


Solazar.
(Del lat. *solaciāre, de solacĭum).
1. tr. Dar solaz. U. m. c. prnl.

(Del prov. solatz).
1. m. Consuelo, placer, esparcimiento, alivio de los trabajos.
a ~.
1. loc. adv. Con gusto y placer.

De conformidad con el diccionario de la Real Academia Española, solazar (en Infinitivo) sirve para explicar ó describir la actividad de ejercitar el placer, el esparcimiento y el olvido de los trabajos.

Así que estoy solazando. NYC es un maravilloso lugar para observar, la gente (aunque violenta) siempre está a la deriva de ser retratada ó descrita lo cual hace éste lugar mas mágico.




Ahorita estoy en Brooklyn Heights en Siggy´s good food, disfrutando un Gazpacho y esperando mi Organic Veggie Eggplant and Tofu Lasagna acompañada de un Merlot Sudafricano (Western Cape) de la casa vitivinícola Stellar Organic, cosecha 2003. Aunque es un vino joven presenta olores maravillosos a frutos rojos, algo de pasto y muy ligero olor amaderado. Su acidez, a mi gusto está bien equilibrada y es de taninos suaves y un poquitín complejos, de densidad de media a alta.

Life could not be more perfect.

En este lugarcito maravilloso de Henry St entre Orange St y Pinneaple St solo sirven comida bastante fresca con una estricta ética orgánica por lo que los empleados aquí son distinguidamente gentiles con caras suaves y gestos honestos.

Mi hermana viene en camino y aprovecho éste momento para escuchar la conversación de un trío de cacatúas neoyorkinas cincuenteras (Manhattan Upper East siders I asume) con su acento new yorkish y actitud ego meets prejuicio meets no-tengo-un-pedo-en-la-vida. Me soprende que hayan venido a Brooklyn Heights primero, y que decidan sentarse en una mesita terrazera alegre en Siggy´s pero bueno, talvez tienen un pariente apestado al que vienen a visitar y querían comer sano para no engordar ó algo.


Me estan estresando al pobre mesero ojiverde pelirrojo barbón de dientes derechitos que no sabe como explicarles que la mesa estaba reservada y que sólo podían sentarse ahí durante 15 minutos... pero ya llevan veinte y una de ellas acaba de ordenar mas vino espumoso...


En fin, es interesante darse cuenta de que, por lo menos, su plática es interesante y enfocada al arte y su valuación, o al menos a su adquisición atendiendo a Sotheby´s.



La mesa del fondo se llenó de unos gays encantadores, mamoncitos por definición y bastante guapos, tomando cerveza orgánica (los puedo amar mil veces) y siendo tan criticones con la gente que pasa, que tengo ganas de unirme a su plática.



Y, de pronto, aparece mi linda hermanita, con su precioso, muy largo y ondulado pelo café oscuro, con su hermosa tez aperlada y bronceada y una sonrisa que merece terminar con este relato así como cualquier cosa que pudiera estar haciendo en éste momento. She is just sooo worth the moment!

sábado, 14 de junio de 2008

playa gringa

Hoy fuí a Crane Beach, playa pública en Ipswich, Massachusets, como a una hora en coche de Boston y muy al estilo New England. A pesar del calor infernal de Boston, el sol en la playa fue soprendentemente condescendiente conmigo y hubo viento de cortesía durante toda mi estadía. Nunca me sentí ni sofocada, ni pegajosa y muchísimo menos hastiada por el sol, sino todo lo contrario...life is good.

Las playas gringas son como los gringos, bastante simples, con sus reglas, su bandera, predecibles y hasta medio aburridas pero muy civilizadas. La gente se portó especialmente cordial conmigo a lo que he llegado a la conclusión de que los gringos no solo son mucho mas tolerantes y tolerables en el verano sino que (a comparación de su actitud en el invierno) pueden ser hasta adorables.

Recibí dos comentarios esporádicos de individuos totalmente desconocidos que sonaron algo así como "nice dress" refiriéndose a mi colorido vestido-pareo de Frida Kahlo que tanto tanto tanto me encanta a pesar de haber sido exhaustivamente criticado en México al grado de estar al borde del homicidio por parte de Camille Proal en Acapulco en Junio de 2006.

Es uno de esos trapos que me pone de buen humor, es tan especial para mí que al comprarlo le compre uno a mi tía Nora (mi waaay cool tía favorita escritora y doctora en literatura). Así que con "Frida" puesto, exposímetro colgado en el cuello y Hassel en mano me dediqué a buscar cosas especiales y total y absurdamente ordinarias para fotografiar. A pesar de que el sol no dejo de respetarme con un temor hasta reverencial y el viento siguió consintiéndome durante todo mi paseo fotográfico, había una luz primorosa, perfecta para el ISO 100 de mi rollito formato medio de 12 exposiciones.
LLevé cuentos de Cortázar para leer pero no leí un solo párrafo, mi agenda apretada de comer american potato chips (Cape Cod) con Miguelito (importado, y 100% original y mexicano, nuevo de paquete) mientras tomaba coca light motivó que mi tarde transcurriera chismeando acerca de las relaciones, aspiraciones profesionales, diferencias culturales y los hombres. Ahh, les hommes. Siempre serán el frijol en el arroz de las divertidísimas e interminables pláticas femeninas.
Después de deliberar acerca de las decisiones sentimentales a tomar por mi amiga P., el feedback de la película Sex and the City (fenómeno social femenino del que definitivamente escribiré en alguna otra ocasión) me quedé pensando si en el fondo queremos un "Coin operated boy" aludido por las Dresden Dolls en su canción que lleva ese mismo nombre... mmm...
Y de pronto se metió el sol, a empacar las chivas, arrear el ganado, recoger la cosecha y cargar todo de regreso. Lo único no perfecto fué que olvidé recoger conchitas como diligentemente lo hago cada vez que voy a la playa, sólo recogí dos así que por ahora solo hay 2 wishing shells en mi departamento lo que las vuelve mas especiales todavía... habrá que escoger con cautela quienes serán los afortunados que podrán llevarse una y pedir su deseo respectivo.
What a lovely day at the beach!





jueves, 12 de junio de 2008

Trader Joe´s es un lugar felíz...


Hoy fuí de "grocery shopping" a Trader Joe´s. La razón principal que me inclina a caminar Marlborough Street a la izquierda, Mass Av a la derecha, y varias cuadras arriba hasta llegar a Boylston y, tras voltear a la izquierda por otras cuadras mas es que, valga la caminada, Trader Joe´s es un super con gente felíz y mucha comida orgánica.

Pero hoy sí me hicieron el día. Yo sólo iba por flores porque, amo, amo y cómo amo las flores. Llevo 3 días de haber regresado a Boston y no sabía porqué, despues de limpiar exhaustivamente mi departamento, cambiar el clóset de temporada y empacar los no-no´s en maletas para mandarlos al "storage room", pagar la lanísima que le debía a la compañía de luz y a Bank of America, seguía sintiendome inadecuada en mi casa.

Decidí cambiar la orientación de mi cuarto. Así que pasé medio día jodiendo mi espalda baja y probando la fuerza de mis bíceps ó tríceps ó esos músculos que te ayudan cuando hay que cargar, para voltear mi cuarto up side down. Y lo logré. Al final, despues de meter desde el colchón hasta el arreglito de la izquierda me acosté felíz en mi recién lavada colcha blanca y me quede observando la gente que pasaba por mi ventana con Jazz de fondo en mi Ipod y una copa de Riesling.

Y todo seguía igual solo que muy bien ordenadito, como le gusta a mi mentecita obsesiva que (por culpa indescutible de mi madre) no puede coexistir en un ambiente de desmadre físico.

Hasta que me dí cuenta; ¡claro! no hay ¡¡¡Flores!!! ¡¡¡Mis flores!!!! Sieeempre tengo flores y ahora los floreros están vacíos y deprimidos. Es eso, mi casa está triste porque falta lo que siempre hay: flores. Como un niño que desayuna chocomilk cada mañana y... de pronto, no hay chocomilk! Es obvio que el niño se sentirá totalmente desubicado aunque al principio no se explique porqué...

Entonces decidí caminar un poquito hacia Trader Joe´s porque, aparte de gustarme mucho, las astromelias de ahí son las que más duran y menos cuestan. Sin comparación con la corta duración de las de Shaw´s y el ridículo precio de las del Prudential.

Y pues Fernandita la poco compradorcita llegó al super. Y me acordé de todo lo que me falta, y lo mucho que me sobra, y lo que me hace daño que debo de tirar y reemplazar con lo muy orgánico de lo que se vende en Trader Joe´s.

Antes de llegar a la caja, saqué, objetivamente todo aquello que no me es estrictamente necesario, como cuando te peleas con tu miss de la primaria y le acabas dando la razón, sintiéndome felíz porque no sólo traigo mis best seller astromelias que duran 2 semanas (ó mas si les cambio el agua y les corto un poquito agregándo aspirina efervescente al agua) sino que hice un super digno de cualquier comparadora de precios entre la Comer y Chedraui (as yours truly).

"Hi, let me put these (refiriéndose a las astromelias) in a separate bag." Me dijo Luis, un negro bastante guapetón que no parecía gringo ni tantito, fuera del acento.

Pues mi rey Luis se avienta 3/4 de mi super cuando empiezo a buscar mi cartera en mi Epi St Jacques Long roja y me doy cuenta de que, ¡carajo! no traigo mi cartera... Ay Fernandita, not again!

"Stop it, stop it now" "I´m sorry, I forgot my wallet" Con la cara más perrito triste que pude imitar.

Pero mi rey Luis me dice con una sonrisota que me tranquilizó como si fuera mi papá "Not a problem, I´ll keep on ringing this while you go get your wallet".

Claro que corrí como loca hacia mi casa mientras mis taconcitos fake snakeskin fucsia con morado (¿quien se va al super con tacones? Ay fernandita... carajo...) me sacaban oootra ampolla.

Pero regresé felíz a Trader Joe´s y Luis estaba felíz de verme. Cual NO gringo no me mentó la madre y con toda la amabilidad del mundo me cobró mientras me dió mi bolsita del super tan ordenada como me encanta.

God Bless Trader Joe´s. Por eso me gusta ir al super a lugares felices donde sólo trabaja gente alivianada con camisas hawaianas y con actitud marihuana.

miércoles, 11 de junio de 2008

Otro, si, oootro blog creado solo con el necio afán de compartir... Espacio para describir lo menos complicado y la belleza de lo ordinario, ó al revés.