jueves, 14 de agosto de 2008

Paella y guacamole con frijoles refritos

Belén (voluntaria española trabajando en Tumaini) y yo decidimos tomar la cocina el día de hoy; respetuosamente le informamos a Elizabeth (adorable kenyana fungiendo como “matron” del orfanatorio) que nos encargaríamos de la comida siendo éste nuestro trabajo de la mañana y esperando que nos dejaran la cocina solo para nosotras. Noemi (la cocinera) se preparó un té y se sentó a descansar.

El objetivo fue preparar algo de nuestro país respectivo, algo fácil de comer, sencillo, ya que hay que cocinar para 35 personas, y sustancioso; los niños deben comer muy bien en función de la cantidad de medicinas que toman.

Belén decidió hacer paella así que mi idea de hacer el arroz a la Mexican style quedó totalmente fuera de lugar. Podría hacer quesadillas pero el queso aquí es distinto, y aunque quedaba la alternativa de los frijoles, evidentemente no hay olla exprés y cocer los frijoles a la antigüita tardaría hooooras y los niños comen a las 12:15. Otra opción algo adecuada sería hacer tortillas; desgraciadamente, lo mas parecido en Kenya a Maseca es Taifa (una especie de harina de maíz utilizada para preparar Ugali –platillo muy común, es una masa un poco dura pero no seca que se logra mezclando agua muy caliente con este preparado de harina de maíz y revolverlo hasta que se vuelva lo mas duro posible, después dejarlo enfriar y servirlo - sabe bien pinche, no le ponen ni sal - cansa mucho menearlo cuando se pone duro, los brazos duelen y sudo como marrano, nada sexy-) así que intentar las tortillas con Taifa en lugar de Maseca hubiera sido muy rifado de mi parte.

Tortillas de harina: exageradamente parecidas al “chapati” solo que el chapati tiene algo de aceite en el comal; los miércoles comemos chapati y hoy es jueves. Saben 90% igual las tortillas de harina al chapati. Me quedo con las tortillas de harina, son mucho mejores.

Me di cuenta que lo típico mexicano es muy tardado, lo mismo si pensaba en tamales ó en pozole. Finalmente, y aconsejada por Belén, decidí preparar salsita roja, guacamole y frijoles refritos con totopos (sorprendentemente, en Nakumat, el primo africano de la Comer, venden latas de frijoles refritos y tortilla chips).

Me costó muchísimo trabajo encontrar aguacates maduros, fui no solo a Nakumat sino al tianguis y tuve que recorrer puesto por puesto tocando cada uno y cruzando los dedos para que estuvieran buenos. Los aguacates son un poco más grandes y redondos aquí pero saben casi igual. Lo de conseguir la cebolla y el jitomate fue facilísimo, también compre ajo, cilantro y Knorr suiza. Como me tocaba la botanita no tenía de que preocuparme mientras Belén se partía la cabeza y se mordía las uñas porque el arroz de la paella no le quedaba como ella quería.

Las house mothers y el resto del staff del orfanatorio estaban felices con la comida, nos pidieron que les separáramos sus porciones para que no se quedaran sin probar y los niños estuvieron asomándose a la cocina cada cinco minutos. De pronto veo que llega Peter (mi consen) y me da unas flores “this is a gift for you” mientras preparábamos la comida; casi me derrito y no por el calor que hacía en la cocina.


Todos estaban emocionadísimos y era para morirse de la risa escucharlos decir guacamole.
“Yum yum food guacamoulei, you cook for us María” y me mandaban besos desde sus sillitas mientras comían revolviendo el guacamole con la paella y los frijoles.

Ahora no me podré safar de hacerles algún postre mexicano el próximo miércoles que me quedo a dormir. Yo creo que la opción será arroz con leche.


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